¡Ay quién fuera pueblo
una vez no más!
Y una vez -¿quién lo sabría?-
curar esta soledad
entre los muchos amantes
como a las bervenas van
(¡albahacas de San Lorenzo,
fogaratas de San Juan!)
con el sueño de una
vida sentimental.
Tú guardas el fuego,
yo gano el pan.
Y en la noche de todos
tu mano en la mía está.
Te dije al cruzar la calle;
"Morena, ¿cómo te llamas?"
y a la vuelta de la esquina:
"Que no me faltes mañana".
¡Noche de Aragón!
Rondaré tu c asa
que quieras que no.
ANTONIO MACHADO
Proverbios y cantares
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