TE INVITO, sombra, al aire.
Sombra de veinte siglos,
a la verdad del aire,
del aire, aire, aire.
Sombra que nunca sales
de tu vueva, y al mundo
no devolviste el silbo
que al nacer te dió el aire,
el aire, aire, aire.
Sombra sin luz, minera
por las profundidades
de veinte tumbas, veinte
siglos huecos sin aire,
sin aire, aire, aire.
¡Sombra, a los picos, sombram
de la verdad del aire,
del aire, aire, aire!
RAFAEDL ALBERTI
Marinero en tierra
Sobre los ángeles