AGNUS DEI QUI TOLLIS PECCATA MUNDI. MISERENE NOBIS
Para el asesinato del ruiseñor, venían
tres mil hombres armados de lucientes cuchillos,
Viejas y sacerdotes lloraban resistiendo
una lluvia de lenguas y hormigas voladoras.
Noche de rostro blanco. Nula noche sin rostro.
Bajo el sol y la luna. Triste noche del Mundo.
Dos mitades opuestas y un hombre que no sabe
cuándo su mariposa dejará de relojes.
Debajo de las alas del dragón hay un niño-
Caballitos de cadmio por la estrella sin sangre.
Un unicornio quiere lo que la rosa olvida,
y el pájaro pretende lo que las aguas vedan.
FEDERICO GARCÍA LORCA
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