AGNUS DEI QUI TOLLIS PECCATA MUNDI. MISERERE NOBIS
Solo tu Sacramento de luz en equilibrio
aquietaba la angustia del amor desligado.
Sólo tu Sacramento manómetro que salva
corazones lanzados a quinientos por hora.
Porque tu signo es clave de llanura celeste
donde naipe y herida se entrelazan cantando,
donde la luz desboca su toro relumbrante
y se afirma el aroma de la rosa templada.
Porque tu signo expresa la brisa y el gusano
Punto de unión y cita del siglo y el minuto.
Orbe claro de muertos y hormiguero de vivos
con el hombre de nieves y el negro de la llama.
Mundo, ya tienes meta para tu desamparo.
Para tu horror peremne de agujero sin fondo.
¡Oh Cordero cautivo de tres vocales iguales!
¡Sacramento inmutable de amor y disciplina!
FEDERICO GARCÍA LORCA
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