Qué bien os quedasteis, galán del cielo, que es muy de galanes quedarse en cuerpo.
Lope de Vega, Auto de los cantares
Por el nombre del Padre, roca, luz y fermento
Por el nombre del Hijo, flor y sangre vertida,
en el fuego visible del Espíritu Santo,
Eva quema sus dedos teñidos de manzana.
Eva gris y rayada con la púrpura rota,
cubierta con las mieles y el rumor del insecto.
Eva de yugulares y de musgo baboso
en el primer impulso torpe de los planetas.
Llegaban las higueras con las flores calientes
a destrozar los blancos muros de disciplina.
El hacha por el bosque daba normas de viento
a la pura dinamo clavada en su martirio.
FEDERICO GARCÍA LORCA
No hay comentarios:
Publicar un comentario